martes, 13 de diciembre de 2011

Los puros

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¿Qué decir sobre la polémica Barragán-Marchetti que no se haya dicho con mayor o menor felicidad? No puedo agregar mucho sobre el hecho que la dispara. Sí, sentar rápidamente posición sobre algunos puntos sólo para que no parezca que al poner el foco en otro lado los menosprecio. Que uno debe andar así de cuidadoso últimamente.

Vituperar a una mujer por su aspecto físico, peor aún, calificarla según lo que supuestamente su forma de vestir permitiría inferir, es un gesto sumamente reaccionario. Así lo lleve a cabo el Che con su puño izquierdo en alto en pleno descenso de Sierra Maestra.

Molestar a una mujer mentando el apellido de un ex, no mejora mucho las cosas. Siendo menos violento, traduce una noción de propiedad que no se desplegaría si el blanco de las ofensas fuera un hombre.

En otro orden, no puedo omitir mi sospecha, sin que nada justifique lo anterior, de que si una mujer hace campaña política jugando con su aspecto físico, también realiza un aporte, mucho más tenue, claro está, al transitadísimo recorrido de la cosificación femenina.

Dicho esto, voy al punto que creo dejamos pasar en este juego de mentira verdad sin demasiado sentido. En un momento de la respuesta de Marchetti a Barragán, el director de Barcelona le espeta al panelista de 678 su pretérito trabajo en radio Mitre, es decir, la emisora perteneciente al grupo Clarín. Lindo, ¿no?

Acusar a un profesional de los medios por los lugares en los que trabajó sin hacer hincapié en la forma en la que transitó aquello, en si contrarió públicamente sus principios, en si violentó su conciencia para hacerlo, en si se arrastró o lamió partes pudendas al aire para sostener su posición, es de una ligereza solo atribuible a la estupidez o a la deshonestidad intelectual. Así que, o dudamos de todo lo que se nos dice, una y otra vez, acerca de la descomunal lucidez de Marchetti, o nos inclinamos tristemente por la segunda opción.

Es cierto que 678, con sus virtudes y defectos, ha hecho bastante por fijar esta clase de razonamientos que, escribí alguna vez, se parecen demasiado a un tribunal de pureza. También es cierto que si el razonamiento es despreciable, hasta los integrantes de 678 deberían estar a salvo de él.

A nadie lo define el espacio en el que trabaja si no qué hace en él. Mucho menos lo define el medio en el que se emite ese espacio. Y ni hablar de la conducta de los dueños de ese medio. Tomar esta pauta de conducta para juzgar y para juzgarnos nos impediría laburar casi en cualquier sitio.

Aquel principio de aceptar que no podés decir todo lo que pensás pero nunca decir lo que no pensás, es la manera de llevarse éticamente con este asunto. Y todos lo sabemos.

Salvo que seamos muy garcas o muy boludos.

Eduardo Aliverti hace su programa (pagando su espacio, supongo) en una radio perteneciente a Vila, Manzano, De Narváez, etc. ¿Y quién tiene el suficiente peso específico en este medio para ir a medirle el aceite de la independencia o la coherencia a Aliverti?

¿Quién tiene la estatura para ir a facturarle a Alejandro Dolina que se “dejó contratar” unos cuantos años por la radio de Daniel Hadad? Ah, la charla de su primer programa en la 10 fue sobre la Revolución Cubana. Si eso no es sentirse libre, qué podrá serlo.

Las cosas que decía Barragán en radio Mitre (la verdad, lo escuchaba más asiduamente en esa época que ahora) para nada parecen contrariar sus opiniones actuales. Y escucharlo junto a Castelo, Halperín, Maciel, Gillespi y compañía era un alivio en momentos en que los debates mediáticos de hoy (con todos sus excesos y sus brutalidades) no se podían ni imaginar. No lo escuché allí, que yo recuerde, sostener los encantos de la adopción turbia de menores durante la dictadura. Pero bueno, tampoco lo escuché todo todo el tiempo. Tal vez hizo una apología cantada y me la perdí.

Que muchos de los que critican el hostigamiento de 678 a los colegas por el lugar en el que trabajan aplaudan, ahora, hasta con los pies, cuando esto lo dice alguien que ataca a un integrante del programa, sólo revela la levedad con la que algunos navegan estos tiempos de discusión.

Todos debemos haber laburado en lugares que nos gustaron más o menos. La pregunta es qué hicimos cuando estuvimos ahí. Levantar nuestros deditos desde un pedestal, ya sea éste el del sello IRAM de lo Nacional y Popular o el de la más osada independencia de los poderes fácticos, aburre. Pero además, es riesgoso. Nadie habría caído al aquí y ahora desde una nave alienígena. Y no faltaría quien podría decir, por ejemplo, que mofarse violentamente de los padres de las víctimas de Cromañón mientras se hace un programa en el canal del gobierno de la Ciudad de entonces, no es tal vez la más edificante manifestación de contracultura. Qué sé yo. Relajemos. Parece que a los últimos puros que vimos en la tele se los fumó Tato.

13 comentarios:

  1. Marchetti y Barcelona ya me hincharon las pelotas, se están pasando de vivos y están en problemas, porque el kirchnerismo va contestando con hechos muchas falencias de las cuales se mofaban. Leí bastante la Barcelona, pero me parece que se están quedando, no sé si por elección o por forzamiento, dentro de nu lugar irónico en el cual nunca se definen por nada. Bah, como Vicky Tetas Donda, que ahora de golpe se olvidó de la despenalización por ejemplo y nos dejó marchando solos. Por decir UNA sola cosa y no aburrir...

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  2. El problema es el resumen, el resultado final.
    Dos políticos, dos periodistas o dos mediáticos de Tinelli se pelean en vivo, uno argumenta su objeción con buen criterio o no, el otro se defiende, se embarra la cancha, se cruzan líneas que no se debieran cruzar en lo argumentativo, se ofende y se derrapa en el calor de la discusión. El jurado (nosotros) da su veredicto, y cualquiera sea el lado que se beneficie supondrá avalar todas las barbaridades que ese lado haya argumentado en su discurso, no se puede puntuar por rounds, no es válido desmenuzar los argumentos y echar luz en cada caso, no, se adoptan “bandos” y ahí es cuando la cagamos.

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  3. ¨Parece que a los últimos puros que vimos en la tele se los fumó Tato.¨

    Para la mesita de luz.

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  4. Cuando sea inteligente quiero ser como usté. En serio.

    (Aplusos y ovación)

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  5. muy bueno!.., lo mejor que leí sobre este asunto...,
    Soy mina, linda y tetona..., fundamentando mi opinion al estilo Marchetti diré.

    Los afiches ¿politicos?, "vamos a portarnos mal" de Donda a qué aludían? qué propuesta de ley era esa?..., daban verguenza, eran una publicidad de Showmath..., Usar el cuerpo para captar la atención de votantes..., y vamos no nos hagamos las ingenuas Vicky porque lo hiciste..., como yo lo habré hecho cuando un tipo me gustó

    Yo tambien lo escuchaba a Barragán con Castello y nunca le escuché decir barbaridades por trabajar en Mitre.., o acaso Victor Hugo MOrales no dice lo que quiere en Continental conviviendo con Guiñazu y Bravo en el dial.

    dejemonos de joder..., fue una pendejada de egresados en Bariloche, desubicada pero nada más, lo que armaste después Marchetti le dio valor y peso contra tu novia, algo que podía quedar como una boludez de un grupo de nabos.

    @che_gaby

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  6. Gaby

    Muy bueno el comentario, a la altura del post. No hay mucho más para decir.

    Saludos,
    r.

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  7. El problema es la hipocresía.
    Es Barone criticando a sus colegas de otros medios y omitiendo su paso por Clarin, en plena dictadura, de su CV. También es la Campora, agrupación progre si las hay, gritandole trola a una mujer.
    Pero es algo más profundo que 6,7,8. El kirchnerismo, en general, se preocupa del pasado. Del pasado de sus enemigos, claro. Porque la oposición está pagada por Clarin pero nos olvidamos de quien renovó sus licencias y quienes impulsaron la ley de bienes culturales.
    El problema no es la pureza, es la hipocresía.

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  8. Francisco

    Creo que la hipocresía, como las intenciones, no es una categoría política. Así como lo que define a un escritor es lo que escribe y no si lo hace con sinceridad o con buenas o malas intenciones, lo que califica a un político son la iniciativas que lleva adelante.

    Si estás de acuerdo con la Corte, la negociación de la deuda, el aumento de las jubilaciones, la disminución del desempleo, el fin del código de justicia militar, la AUH, la ley de matrimonio gay, la ley de medios y las paritarias, recomiendo que apoyes al gobierno. Si al contrario te parecen iniciativas olvidables, criticalo y votá a un opositor.

    Pero la preocupación por la hipocresía dejasela a a los curas párrocos o los analistas de nuestros gobernantes.

    Saludos,
    r.

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  9. Excelente Turner .Yo lo admire por sus guiones ..y ahora apareci aca desde otro lado ,más admiración .
    Excelente comentario
    Mabel

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  10. No se Rinconete. Entiendo a la gente que hace una diferenciación entre lo público y privado. Aquellos que no permitirían que la esposa los engañe pero no les preocupa que su presidente le robe. Yo pienso que lo segundo es casi inevitable pero igual no lo acepto.
    Pero mi comentario apuntaba a otro lado. Este "buchonismo" que se respira en el ambiente y que fue tan bien descripto por Alejandro tiene por principal impulsor y responsable al gobierno y su relato.
    No le eches la culpa al chancho (6,7,8) sino al que le da de comer.

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  11. Alejandro, ¿vos no te "reías" (siendo sutil) de Lanata por escribir en Libre? No era que "a nadie lo define el espacio donde trabaja si no lo que se hace en él" ¿cómo es entonces?

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  12. Lanata es un señor que se la pasa diciéndonos que es un genio del periodismo Mundial. Hasta fundó un diario diciendo que sería "el último diario en papel", ¿te acordás? Que alguien pretenda dar clases de periodismo desde un pasquín amarillo, discriminador y berreta como LIBRE, sí, me da gracia. A Lanata, además, lo define lo que hace en LIBRE. Suelen ser bastante vergonzosas sus notas.
    No me parece el caso de alguien que si no escribe allí se quede sin voz, además. Basta sintonizar TN en cualquier horario para verlo a Lanata poniéndose del lado de los más débiles.

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