lunes, 30 de abril de 2012

1ro de mayo

obreros playmobil
¿Quién construyó Tebas, la de las siete puertas?
En los libros están los nombres de los reyes.
¿Los reyes arrastraban los bloques de piedra?
Y Babilonia, tantas veces destruida,
¿quién la construyó otras tantas?
¿En qué casas de la dorada Lima vivían los que la levantaron?
La tarde en la que se dio por terminada la gran muralla china, ¿adónde fueron los albañiles?
La imponente Roma está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los edificó?
¿Sobre quiénes triunfaron los Césares?
Los habitantes de Bizancio, cantada en mil alabanzas, ¿vivían todos en palacios?
Si aun en la legendaria Atlántida, la noche en la que la tragó el mar, los que se ahogaban aullaban reclamando sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿Él sólo?
César derrotó a los galos.
¿Ni siquiera llevaba un cocinero consigo?
Felipe de España lloró cuando se hundió su armada.
¿Nadie más lloró ese día?
Federico II venció en la Guerra de Siete Años.
¿Quién venció además de él?
Cada página una victoria.
¿Quién cocinaba el festín?
Cada diez años, un gran hombre.
¿Quién pagaba los gastos?
A tantos informes, tantas preguntas.

       Preguntas de un obrero que lee, Bertolt Brecht

lunes, 23 de abril de 2012

Pero no de un país

le piano picasso 2

“(…) Me sentí, por un tiempo indeterminado, percibidor abstracto del mundo. El vago y vivo campo, la luna, los restos de la tarde, obraron en mí; asimismo el declive que eliminaba cualquier posibilidad de cansancio. La tarde era íntima, infinita. El camino bajaba y se bifurcaba, entre las ya confusas praderas. Una música aguda y como silábica se aproximaba y se alejaba en el vaivén del viento, empañada de hojas y de distancia. Pensé que un hombre puede ser enemigo de otros hombres, de otros momentos de otros hombres, pero no de un país: no de luciérnagas, palabras, jardines, cursos de agua, ponientes.”

 

El jardín de los senderos que se bifurcan, Jorge Luis Borges

miércoles, 11 de abril de 2012

Temporal

relojes2
El famoso comunicador apeló a toda la creatividad de la que era capaz y dijo: “Amigos, el tiempo es tirano”. Un error. Los grupos temporales de tareas no tardaron en actuar. Y fue apenas el comienzo de la pesadilla.

Pronto, denostar al tiempo pasaría a ser el peor de los delitos. Comentarlo, dejaría de ser una tonta actividad de ascensor para convertirse en heroico rito de catacumbas.

Los pronosticadores optaron por hablar de “clima”, para no ponerse a abrir juicio alguno sobre los humores imprevisibles del “tiempo”.

Las parejas dejaron de pedirse “un tiempo” y se multiplicaron exponencialmente las peleas y las reconciliaciones. Incluso el mismo día. Incluso en la misma habitación. Incluso con sinceridad.

Dicen que una señora de sonrisa quirúrgica quiso arengar a su empleada diciendo “al mal tiempo buena cara”. Pero que nunca llegó a decir “buena cara”.

Los cronistas deportivos, adictos a la sinonimia, no dudaron en dividir los partidos en “dos períodos”, “dos fases”, “dos etapas”. Los más audaces llegaron a hablar de “dos hemiciclos”. Incorregibles.

Pocos se atrevían a juzgar la extensión de este mandato. “Tiempo al tiempo” fue la frase escrita en el canto de las monedas. Monedas grandes de minutos. Monedas chiquitas de segundos.

Los locutores acomodaticios no dudaron en asegurar que “El tiempo es oro”. Un modo mucho más obsecuente de apurarse.

La persecución se hizo cada vez más detallada. Hacer tiempo, por ejemplo, propiciaba la expulsión inmediata de los arqueros. La impuntualidad fue incluida en las páginas del Código Penal. Las muñecas desprovistas de relojes fueron sistemáticamente amputadas.

Y a los niños que no se sabían la hora se los asustaba diciéndoles que serían tronchados en las agujas puntiagudas de los relojes de iglesia. (La iglesia posee, en cada época, el monopolio de la crueldad.)

A nadie más le estuvo permitido disponer del tiempo de los otros. Las chicas por hora, pasaron a cobrar por objetivo. Cosa que las prostitutas ya practicaban hacía tiem… Bueno, hacía mucho.

Cualquier juicio sobre la duración de las cosas fue reprimido: hablar de “poco o mucho tiempo” pasó a ser una osadía. El tiempo siempre debía ser considerado “justo”.

¿Hay que aclarar que no había oposición alguna al accionar incontenible del tiempo? Los escasos focos rebeldes fueron bombardeados. Con bombas de tiempo. Y los cirujanos plásticos debieron partir al exilio. Se entendía su actividad como una absurda forma de cuestionar la labor del tiempo. Su autoridad.

La expresión “un tiempo razonable” dejó de escribirse o pronunciarse. Aunque algunos aseguran haberla oído cerca de una cama de torturas.

Pero un día, súbitamente, aquel impiadoso régimen cayó. No fue una revuelta ni un golpe militar lo que dio por terminado el cruento episodio. Fue la amarga constatación de que el tiempo, aún el poderoso tiempo, alguna vez, se termina.

viernes, 6 de abril de 2012

En presente, en tercera y sin adjetivos

libros
Qué: Es un curso de introducción a la escritura dramática. Un recorrido en el que te presentamos algunas herramientas necesarias para entrar al mundo del guión y la dramaturgia. Y que te enseña a usarlas. La idea es trazar juntos un mapa de la escritura dramática y ponerte en movimiento en ese territorio. Intentar sacarse el miedo y las dudas a la hora de encarar esa idea que te anda dando vueltas por la cabeza. O ayudarte a buscarla.

Cómo: 12 encuentros dirigidos a quienes no tengan experiencia en el campo de la escritura dramática. O hayan tenido una experiencia desagradable. Puede pasar.
El corazón del curso es teórico: se intentará desplegar el conjunto de conceptos básicos con los que se trabaja a la hora de encarar un texto dramático y conocer las especificidades de los diversos soportes y géneros. Sin embargo, también habrá componentes de taller con ejercicios de escritura que sirvan para bajar cada herramienta al bendito papel.
La tercera pata del curso es audiovisual: material que brinde ejemplos (y contraejemplos, claro) de cada tema abordado.

Quiénes: El curso lo damos Andrés Rapoport y el sujeto que escribe este blog. Ambos venimos rodando por los derroteros de la TV y el teatro hace unos cuantos años. (Vale Googlearnos).

Cuándo: Los sábados, de 11:30 a 13:30, a partir del 21 de abril.

Dónde: Gurruchaga 2122, Palermo, CABA. Información e inscripción en elcrucenuevoencuentro@gmail.com

Por qué: Vos sabrás. Tampoco podemos decirte todo.

domingo, 1 de abril de 2012

#Marzo