sábado, 16 de abril de 2011

Sobre los límites de la ficción (y algunos periodistas limitados)

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Hace algunos días publiqué este post acerca del tratamiento del autismo en la tira EL ELEGIDO. Si usted es de las personas que sólo acostumbran leer planillitas de rating, lo resumo. Decía allí que la trama de la tira, lejos de ayudar a combatir algunos mitos nocivos sobre la problemática del niño con autismo, más bien los alimentaba. Que cristalizaba el estereotipo de la madre loca del niño autista y ponía fichas, irresponsablemente, en la creencia de que estos chicos poseen algún tipo de facultad paranormal.

Para quienes leyeron aquella nota, habrá quedado claro que no era un pedido de censura, boicot, escrache u otra de esas estrategias que con tanta liviandad hoy se piden o se denuncian. Era más bien la opinión de un guionista de TV, un Licenciado en Ciencias de la Comunicación y, sobre todo, un papá de un nene con diagnóstico de TGD (el inmenso e indefinible arrabal del autismo).

El miedo allí expresado era que la difusión de estos mitos generara temores o falsas expectativas a padres y que esto retrasara lo único en lo que los especialistas en este disputado campo se ponen de acuerdo: la necesidad de un diagnóstico temprano.

Las reacciones ante este humilde escrito de un bloguero de 20 visitas diarias cuestionando un ciclo de 15 puntos de rating todas las noches fueron diversas. Mucha adhesión de papás y mamás y mucho silencio mediático.

Algunos periodistas a los que les envié el texto nunca comentaron. Deben recibir muchas cosas, cierto, no puedo juzgarlos. Alguno me respondió sorprendido, aunque manifestando su desconocimiento del tema. Vale. Alguno, me llamó para hacerme una nota. Hay gente así todavía. Tipos que saben que el secreto de hacer buenas entrevistas debe tener algo que ver con la posibilidad de ponerse -a veces- en el lugar del otro.

Pero la más llamativa fue la respuesta de una periodista (?) de apellido marcial, quien movilizada por un ciego fervor hacia el producto televisivo no tuvo mejor idea que sacar a pasear una ignorancia digna de Guiness. Tuvimos el siguiente intercambio por tweeter.

Yo: ¿Pudiste informarte algo sobre el tema que te mandé el otro día? Sería muy valioso tu aporte para difundirlo.

Ella: Averigüé y me dijeron que está perfecto lo que delinean en tema autismo. Madres bipolares y capacidad paranormal. Es más largo.

Yo: Te están diciendo una burrada, XX. Están haciendo daño. Pero bueno.

Ella: Me lo dijeron dos médicos clínicos en los que confío. NO da para discutirlo en TW.

Yo: Mi mail es aturner@eyeworks.tv. De todas maneras, los clínicos no son especialistas en autismo.

Yo: Además, con todo respeto, si un médico te habla de la capacidad paranormal de los niños autistas, yo dejaría de confiarle.

Pasaron un par de días. Pensé que como no daba para discutirlo por TW y la mujer autodenominada periodista tenía mi mail me aportaría algún dato por esa vía. Pero se ve que las primicias sobre actores que firman para su tira favorita no le dejan tiempo. Y escribí esto, sólo para canalizar un poco mi indignación:

Yo: Una periodista me dice que averiguó con 2 médicos que le confirmaron lo de las capacidades paranormales de los chicos autistas. My God.

Una seguidora me preguntó quién era y yo di su nombre. Entonces, ella volvió:

Ella: ¿De qué hablás?

Yo: De tus respuestas de ayer. Los médicos (?) que te confirmaron lo de la capacidad paranormal de los niños autistas.

Ella: Pensé que eras serio y me estás bardeando.

Yo: Yo pensé que vos eras seria y me saliste con una burrada descomunal. ¿Sos conciente de eso?

Yo: Prefiero que me digas que no sabés del tema, que te parece complejo, delicado. Pero tu respuesta fue penosa, sinceramente.

Ella: ¿Y lo tuyo qué es? ¿Querés que te conteste como un eco tuyo? ¿Sos científico? ¿Qué sos?

Yo: Para empezar, soy papá de un nene con TGD.

Yo: Y quiero que me contestes con cierta seriedad. Te propuse un tema serio y me devolviste una pavada.

Ella: Disculpame, no estoy a tu altura.

Yo: Eso es lo de menos. Lo que importa es si estás a la altura del lugar que ocupás.

Ella: Fin del intercambio, no peleo con desconocidos.

Yo: Cada respuesta es más pobre. Que seas muy feliz.

Fin de la parte más estúpida de esta historia. Estas fueron las respuestas de la chica, a las que sólo les agregué acentos y signos de puntuación para no dejarla tan mal parada. Los lectores podrán sacar sus propias conclusiones.

Pasemos a lo interesante. El artículo despertó otra polémica mucho más rica, por lo tanto, lejos, muy lejos del alcance de lectoras de planillas y contadoras de chismes. ¿Debe haber límites para la ficción? ¿Debe regirse la ficción por un marco ético o estar atenta, al menos, a las consecuencias inmediatas de algunas de las cosas que narra? Me permitiré algunas reflexiones al respecto.

Recordemos el momento en el que estalló la epidemia del HIV, días dolorosos, en los que crecía como una sombra incontenible esa terrible enfermedad y cuando todos teníamos un amigo o un amigo de un amigo golpeado por esa tragedia. Imaginemos que en ese momento, se hubiese emitido con éxito en el prime time de la TV una tira en la que algunos personajes se contagian SIDA tomando mate. ¿Qué pensaríamos? No necesito ir más allá en el ejemplo, ni plantear disparates del tipo: los infectados de SIDA adquiriendo superpoderes, adivinando números de quiniela. No hace falta. Vayamos sólo al asunto del mate. Creo que estamos de acuerdo en que hubiera sido una enorme irresponsabilidad. Mientras médicos, Estado, pacientes, familiares, luchaban para desterrar mitos y enseñar pautas que ayudaran a la prevención, en esta tira se estaría planteando una estupidez tamaño familiar.

¿Habría dicho alguien que es ficción, que no tiene nada que ver con la realidad? ¿Se habrían atrevido otros, más audaces, a señalar que se trataba de un gran aporte porque la tira instalaba el tema del SIDA en la sociedad? Cuesta realmente imaginar eso.

Me pregunto por qué si este ejemplo es tan claro, no funciona a la hora de cuestionar el tratamiento de EL ELEGIDO sobre el autismo. El nivel de mitificación es similar y la cantidad creciente de casos de pibes afectados (sin entrar en una batalla estadística) es también, a su medida, alarmante.

La diferencia es tal vez que el autismo no es terminal, es cierto. Pero está cada vez más claro que iniciar un tratamiento temprano implica un salto sustancial a favor de la calidad de vida del paciente. Un salto que marca la diferencia entre una vida digna o de la otra.

Algunos han planteado esta discusión como si la ficción televisiva fuera una de las ramas del arte. Tal planteo es de una ingenuidad que conmueve. La ficción televisiva pertenece a la industria del entretenimiento. Sus guionistas no son artistas locos que andan anotando ideas en las servilletas de los bares de San Telmo. Cuando los guionistas de televisión no podemos refrenar nuestras pulsiones artísticas, las volcamos en otro sitio. Si eso no ocurre, estamos simplemente ante un caso grave de alienación.

Plantear la posibilidad de cualquier limitación como una mácula a la expresión artística es no tener ni por asomo una idea clara acerca de lo que estamos hablando aquí. El guionista de televisión trabaja todo el tiempo con las limitaciones. Esto no desmerece su trabajo, más bien lo revaloriza. Cómo no va a poder tener en cuenta cierta responsabilidad social en el material que escribe alguien que debe considerar la muerte de personajes que no renuevan contrato, la dificultad de hacer una escena en un exterior por falta de presupuesto o la inclusión en el casting de una modelo inexpresiva sólo porque por esos días hace feliz a la persona indicada.

Cierta vez, cuando la televisión argentina decidió que había llegado el momento de hacer sitcoms (un interés breve y malogradísimo), un productor para quien yo escribía un piloto me dijo: “El protagonista del programa es Fulano, pero hay que darle poca letra: es de madera”. Otra vez, en otro programa que sí salió al aire, planteé una situación en la que el auto de los protagonistas debía quedarse atascado en el barro. Me explicaron amablemente, que el auto de los protagonistas era de una marca que esponsoreaba el programa. Así que nunca, pero nunca jamás, nuestro auto se quedaba en el barro. Con este tipo de consignas trabaja cada día quien imagina una tira diaria. Son verdaderos héroes. Y nadie hace de eso un atentado a la historia del arte universal. Todos sabemos de qué se trata.

Así que si se puede considerar tanta cosa absurda, cómo no considerar la consecuencia que pueda traer el abordar con tanta liviandad un tema delicadísimo. Los responsables de la tira (no digo sus guionistas porque sé que a veces no son los responsables de cada decisión que se toma en una ficción) podrían haber puesto a una niña de iguales características sin ponerle el letrero de autista. La trama hubiera funcionado igual. Sin embargo, no lo hicieron. Lo que hubo en el fondo, duele sospecharlo, es una especulación acerca de la inclusión de un tema que se sabe afecta a muchas personas. Ojalá esta sospecha sea otra manifestación de mi cinismo, un torpe error. De lo contrario, daría un poquito de asco.

16 comentarios:

  1. Siempre emociona leerte. Sensibilidad, verdad y talento.

    Besos,

    Sonia H

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  2. Alejandro, tampoco sería mi idea prohibir, censurar.

    Me pregunto ¿de donde sacaron la idea los guionistas de la tira? confunden con un tema delicado, donde quedan las campañas para concienciar! el trabajo de padres y madres! ya demasiado tenemos con la historia que Dios ha enviado a las familias niños con autismo, para que aprendan ¿aprender qué?

    No me extraña que gente que trabaja en la tele, sea ignorante, las burradas que una debe oír son insoportables! todo se toca apresuradamente, en medio de venta de productos, me dan vergüenza.

    Abrazos!

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  3. Me permito discentir.Soy psicoanalista de niños, he tenido experiencias con niños autistas en el hospital y en menor medida en el consultorio.No comparto la idea de satisfacer la necesidad de sentirse representado en un caso de ficción, cuando el autismo es un amplio abanico.Tampoco me parece honesto intelectualmente esperar una difusión dentro del formato de la ficción que alcance tamañas espectativas.Compartolo que dice tu interlocutora.No da.Por otro lado, y sin ofender, muchos de los que trabajamos en esto sabemos que para un abanico de niños autistas existe un agujero en algún momento de la instalacion del primer vinculo humanizante (no todos, ni tampoco vale la amplitud tan abarcativa de tgd que es una gran valija donde van muchos casos diferentes). Hay causas orgánicas, y las hay también de madres en duelo o de dificultades de simbolizar para ese niño un lugar, volviendo entonces el niño la libido sobre si mismo.Recalco, puede haber dificultades propias del niño que también marcan la falta de feedbak de la madre, al no sentir respuesta.Por otro lado, madres bipolares pueden generar hijos más neuróticos (más parecidos a la idea de normalidad) o autistas.Así que es valido en la ficción.No me parece hacer de esto una bandera.Deben ocuparse espacios diferentes que el de la ficción.A los padres de dichos niños se les haría un bien tratando de correrlos de la necesidad de reconocimiento cuando pretenden que una tira les refleje su propia realidad tal cual.Yo soy mujer y no pretendo que cuando una mujer está en una novela tenga todos mis elemehntos históricos.Me parece que es macartista la posisión.Me parece que es reducir la compleja realidad a dos o tres variables.Insisto es una ficción, no un documental.Por otro lado no ven el bien que hace la tira al instalar familiarmente un niño con dificultad, cuando en las plazas muchas madres corren a sus niños o se asustan y los terminan discriminando a quienes tienen autismo o patología gravE.Quienes ven la tira saben que es ficción y no atribuyen al autismo todo lo que muestra el personaje como percepción "especial".Ahora si, los niños pequeñitos, los bebes y los autistas perciben emocionalmente estados de ánimo...y la telapatía es un misterio...hasta freud coqueteó con el tema y los investigadores policiales incluyen videntes!Algún dia se podrá saber si eso es verdad o ficción....por ahora, revisemos nuestras condenas tan absolutas y nuestras sensibilidades extremas. LIC.CAROLINA SCHERMAN MN 15.772

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  4. Hay un libro muy interesante, que abarca varias causalidades posibles para el autismo y la psicosis infantil.Se llama autismo y psicosis infantil, y es de A.Jerusalinsky,que trabaja y coordinó equipos interdisciplinarios y según mi entender tiene la amplitud mental de no reducir las cuestiones ni meramente al campo biológico ni meramente al campo psíquico

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  5. Comparar la representación de la mujer con la de un niño autista creo que define el resto de tu comentario. Hay miles de mujeres representadas por la ficción. No hay miles de niños autistas en las tiras de Prime Time. Me parece una comparación de lo más tonta.
    Por otra parte, no hay aquí un deseo de "verme representado". Si eso es lo que leíste, tendrías una seria dificultad para entender un texto.
    ¿En serio estás segura de lo que interpreta cada una de las por lo menos millón y medio de personas que según IBOPE ven EL ELEGIDO en Capital y GBA? Me asusta ese juicio. Me parece más bien hijo de no tener ni media lectura sobre el tema de la recepción. Por lo que invitaría a no opinar de lo que desconocés.
    Y lo del macartismo no puedo ni responderlo porque excede mi capacidad de comprensión.
    Ojalá pongas en la clínica el mismo empeño que ponés en defender un programa de tele.

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  6. No entendiste, mi comentario es clínico.No quise ser tan directa,pero te quise decir que no conocés el amplio abanico que representa el autismo y el tgd. Te di la data de la verosimilitud para muchos casos de una falla en el primer vinculo con los adultos por razones orgánicas o del vinculo con la figura materna.Veo que incurrís en el mismo error conmigo, sacás todo de contexto.El que debe informarse además, ya que va a hablar de autismo, sos vos.El ejemplo de la figura femenina no tiene la superficilidad que imaginas.Las distintas realidades (desde ser mujer a tener un cuadro clínico) tienen en común que no pueden reducirse a una sola característica y no son únicas.Traducido, sería, no hay un solo autismo, y no hay una sola familia tipo del autista.
    La pretensión de verse representado no se refería a tu persona, sino a tu creencia de que es posible reflejar a todos y cada uno de los diferentes padres de los distintos cuadros, que te vuelvo a repetir no se pueden englobar de modo único.
    Te cuento que cuento con mayor aceptación de la diferencia que la que te observo. Por ej. en la tira El elegido, cuando sugieren una terpia es cognitiva conductal.No es mi línea, pero es parte de la realidad que hay distintos enfoques.Me parece peligroso querer instalar la idea de que se representa mal una situación, como si existiera una sóla mirada posible o un solo cuadro similar.El rocking, movimiento de acunamiento, es un ejemplo de restituir algo que estuvo lamentablemente fallido.Algo de la contensión fallo y se la dan a sí mismos.No lo digo yo,lo dice de mejor manera Tustin, que fue la primera en aislar este tipo de cuadros.
    Mi apasionamiento no pasa por la tira, si bien me gusta, sino por el hecho de parecerme muy interesante la instalación de temas en la sociedad.Veo los efectos en mis pacientes adultos, que suelen traer personajes de tv.A cada quien le dispara distintas cosas y los invita a pensar y pensar-se.En cuanto a efectos nocivos, no veo, porque el tipo de diagnóstico lo va sugieriendo el pediatra cuando un niño no responde a lo esperable para su desarrollo, entre otros indicadores que la sociedad va devolviendo.Películas como Ray Man mostraban un autista y su historia.Se puede apreciar lo general y existe lo singular de la historia de cada quien.
    Lamentablemente para muchos casos de autismo puro el concepto de falta de vínculo con el otro inicial es una verdad, por razones muchas veces comprensibles, pero que ocurren.
    Noto además un fácil deslizamiento de los Trastornos generalizados del desarrollo al autismo y hay muchos cuadros a distinguir dentro del trastorno generalizado del desarrollo.
    Me hubiera gustado que pudieras reconocer que te manejaste con cierta información, pero que (y no es tu culpa) te la brindaron de manera incompleta.No veo perjuicio, ni daño para el diagnóstico, porque hay referencias a consultas médicas y psiquiatricas.Muchas ficciones incluyen lo paranormal y acá no figura como descripción de lo que le pasa por parte de los médicos y cuidadores especiales. Es otro ángulo de la trama.Por otro lado, la pagina de telefe muy interactiva tiene un apartado que dice que experiencias cercanas tuviste con el autismo...me parece una invitación para distintos puntos de vista, con lo cual no parecen estarse ofreciendo como caso modelo para el autismo y menos para los tgd.Atte.Carolina

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  7. Pd.De todas formas, dije que no comparto pero entiendo que otros puedan ver las cosas desde esa perspectiva.La pregunta que te haria es, desde tu perspectiva, cómo hubieras delineado vos el personaje de la niña autista.
    El valor que le veo en la ficción es que la trama de El elegido está atravesada por la conección con el semejante o la dificultad para hacerlo y el autismo encarna metafóricamente esa dificultad.Lamento si mi discenso fue sentido como agresión (lo digo por tu respuesta).Es un intento de comunicar.Los pensamientos pueden ser diferentes, y hay que registrar eso, porque si no los autistas vamos a ser nosotros, y espero que no.

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  8. Voy a omitir la agresión que negás (releé tu primera respuesta) o el hecho de terminar usando la palabra "autista" como un adjetivo, impropio de un profesional.
    Tu respuesta, tu encendida defensa de un programa de TV, se basa en una ingenuidad acerca de cómo funcionan las cuestiones ligadas a la comunicación de masas realmente llamativa. Un liberalismo pueril según el cual todos estamos en igualdad de condiciones para compartir nuestras diferentes miradas con una tira de 15 puntos de rating. ¿Dónde se produce ese intercambio? En serio, me llama la atención que un profesional tenga esa mirada sobre los medios.
    La televisión no es una conversación entre iguales.
    Parte de esa ingenuidad te lleva a decir que la inclusión del tema por si misma ya es una ayuda. Ya cité el ejemplo del gay de los Benvenutto en el post anterior. La verdad, no creo que esa inclusión haya ayudado en nada al reconocimiento de los derechos de las minorías sexuales en la Argentina.
    Veo también que hacés mucho hincapié en el tema de la madre y su locura. Una cosa es plantear, según la mirada psicoanalítica, que puede haber una cuestión ligada a lo vincular. Otra cosa es plantear la locura sin retorno de la madre.
    Cuando haya un montón de autistas en la ficción de la TV, esta discusión será innecesaria. No es el caso: por lo cual, lo que se diga sobre el tema adquiere un peso sustancial.
    Si por especular con un tema que angustia a muchos o por una simple decisión dramática, EL ELEGIDO retrasa un día la consulta de un papá o mamá sobre lo qué le pasa a su hijo, habrá hecho un daño irremediable.

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  9. PD: Sobre tu consulta profesional acerca de cómo hubiera delineado el personaje, sin duda no hubiera hecho un diagnóstico televisivo. En la ficción podés plantear un verosímil que justifique ese comportamiento, no hacía falta diagnosticar el personaje. Salvo, claro, que estés especulando.

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  10. no creo q te tenga q sorprender q una profesional tenga un punto de vista q nos llame la atencion, llevo 15 años tratando con un monton de especialistas q se suponen q saben por el tema de mi hijo y te juro q algunos dejaban mucho q desear, era como para pelear o poder decirles de algun modo q le pifian fiero..., pero entre toda la historia, mi historia con mi hijo, mi lucha diaria y constante no lo haces...
    te felicito ale por esto! a veces saber ubicar a la gente cuesta y duele.. de nuevo te felicito, no bajes lo brazos y te apoyo desde mi humilde lugar
    abrazo!
    jackie

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  11. Bueno, Ale, mi apellido no es marcial, así que bajemos las escopetas, dale va con onda.Mi intensión no fue adjetivar, existen los rasgos y así como decimos que hay defensas obsesivas también las hay autistas, aún sin tratarse de un cuadro clínico (mucho menos de una agresión, por Dios!respeto mucho a los semejantes y se ponerme en el lugar del otro,me duele el dolor del otro).
    Honestamente creo que el efecto de la tira no es negativo, pero no veo que este sea el espacio apropiado para una discusión, entiendo que es tu blog y que la palabra escrita no ayuda a la plasticidad y el feedback en el intercambio.Me parece que la tira los integra y pensemos que años atrás en ciertos grupos se ocultaban estos niños y no se les daba todo el abanico de abordajes que hoy permiten no poner un techo de entrada.Importante el diagnostico precoz y no estigmatizar muchos cuadros que pueden ser inicialmente tgd pero evolucionar.No me estoy promocionando porque no es en lo que estoy actualmente centrada, pero he tenido muy linda experiencia con un paciente diagnosticado como autista pero que para mi gusto no lo era, sí del espectro autista...aprendió a hablar luego de leer de forma autodidacta, y fue emocionante!De el mi recuerdo es que tenían dificultad para que la obra social cubriera los estudios, y para acceder a todos los tratamientos que lo promuevan.Luchemos por los derechos de esos niños y para que más allá de los diagnósticos y enfoques, siempre sean considerados sujetos, personitas más allá de cualquier nominación que se proponga para describir el ser...Amistosamente, Carolina

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  12. El problema no es sentirse representado. Alguien ha pedido a los autores de la tira eso?
    Mezclar lo terrible del abuso sexual infantil, en una familia 'bienuda' con la llegada de una niña con autismo, encima una logia, es de una locura total!

    Mis amigas, madres de niñ@s con autismo no son bipolares, sí pueden sentir angustia, sabes por qué: la discriminación, la falta de recursos para las terapias, falta de escuelas que incluyan a sus niños, estados ausentes...qué madre no sentiría angustia?
    Es ofensivo para las mamás, lo de madre nevera/heladera, ya ha quedado atrás, madres y padres hacen lo imposible para con sus hijos.

    Besos a todos en tu casa Ale!

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  13. Leer y releer todo lo escrito en este blog me hace pensar que aún como sociedad nos falta madurar e integrar los innumerables sectores que integran una “vida social”.
    En primer lugar coincido con quienes aseguran que se debe respetar un encuadre ético, y más aún para ciertos delicadísimos temas (como éste) que no siendo de común conocimiento, su mala o defectuosa difusión trae como correlato indeseables “estigmatizaciones”. Si es en TV o si no lo es, carece de importancia. Cuando se reclama un marco ético para un dominio, se reclama para todos los ámbitos. En todo caso, aquél ámbito que no desee respetar esta demanda, bien haría en no valerse de temas que la requieren.
    Es un derecho adquirido por las partes afectadas, que el conocimiento que hayan podido desterrar por absurdo, inoperante, falaz y/o pernicioso NO sea revivido y REPRODUCIDO livianamente por ningún medio de comunicación. No interesa si es una tira de TV, un programa radial. No interesa si es un documental o no, interesa que si es un medio de comunicación masivo DEBE (como deber social) informar(se) e informar(nos) sobre el verdadero “estado del arte” de estas problemáticas complejas y poner todo el aparato de difusión al servicio de NO REPRODUCIR MITOS Y PREJUICIOS ya obsoletos, que no hacen más que echar por tierra las descomunales luchas cotidianas de los familiares y afectados.
    Se trata de minorías (con todo lo que eso denota y connota) que no acceden a rectificar en los medios aquellas irresponsabilidades que ellos sí vierten masiva e irresponsablemente.
    Estas personas sufren no porque se sienten mal representados, sino porque lo que ven en la pantalla les hace daño, sufren, lo viven como la ridiculización de su problema que, casualmente, no es de ficción. No es suficiente razón para dudar y revisar lo que se está haciendo?
    Que el tema contribuya a ganar número de televidentes, no es el problema: nadie lo problematizaría si la puesta en escena no perjudicara la visión que la sociedad pueda forrmarse sobre los afectados.
    Obviamente que las personas saben que es ficción! Pero no creo nadie, hoy por hoy, se asombre al enterarse cuánto de esa consabida ficción contribuye a nuestras prácticas sociales, o sea: nuestras acciones cotidianas, la formación de nuestra subjetividad, la producción de nuestros propios juicios…
    Por último y no menos importante: una teoría es una cosmovisión con cierta coherencia y reglas internas, nada más; nada más. Existen cientos de teorías psicológicas. NUNCA UNA UNICA TEORIA ALCANZA PARA ABARCAR UN FENÓMENO HUMANO (complejo por sí mismo) NI PUEDE ARROGARSE LA VERDAD UNICA. El “agujero” insoslayable que mencionan es el que tienen ellos mismos –profesionales- en su formación, carente de ampliación de bases epistemológicas (si algún día tuvieran un problema, merecerían encontrarse con profesionales como ustedes mismos: así podrían ver qué feos son).

    Gracias, Sr. Turner, por abrir este espacio.
    Mi cariño y mi respeto.

    Myriam N. Petrongolo
    Psicóloga UBA

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  14. Gracias a usted. Por andar leyendo y por comentar con tanto fundamento. Sabe que lo del cariño y respeto es mutuo.

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  15. Después de haber vomitado un saber sin consecuencias; de haberse pavoneado con referencias que se pretenden universales; después de haberse erigido en especialista; de escribir palabras banales, pueriles y vacías; después de todo eso, la respuesta de la Lic. es: "Bueno, Ale, mi apellido no es marcial, así que bajemos las escopetas, dale va con onda.Mi intensión no fue adjetivar". Lamento Alejandro que tengas que contestarle a personas que están cómodamente ubicadas en lugares patéticamente comunes. Saludos

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