martes, 23 de marzo de 2010

Numeritos




El 24 de marzo de 1976, muy temprano, salíamos de casa con mi vieja para ir al colegio. Yo recién empezaba segundo grado en el La Salle (esto merecerá otro post, algún día). Antes de llegar a la parada del 75 alguien nos avisó lo que había pasado. Me puse contento de no tener clases. Mi vieja, de que hubieran volteado a esa loca. Volvimos a desayunar a casa. Recuerdo que compramos facturas. Todavía las tengo atragantadas.

32 años después escribí este guioncito para Caiga. Fue una de las maneras que fui encontrando cada tanto para remendar tanta ignorancia propia y extraña.

Me consta que para muchos pibes fue el primer contacto con alguna información contundente al respecto. Cada tanto te pasa algo bueno en este laburo. Muy cada tanto.

1 comentario:

  1. Muy bueno Ale. Son esas pequeñas victorias cotidianas que pasan cada tanto en nuestras profesiones y que nos hacen acordar porqué las elegimos. Después, volver a la lucha cotidiana, pero contentos que al menos una vez marcamos la diferencia.

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