martes, 25 de septiembre de 2012

Sous la nuit

pizarnik

Los ausentes soplan grismente y la noche es densa. La noche tiene el color de los párpados del muerto.

Huyo toda la noche, encauzo la persecución y la fuga, canto un canto para mis males, pájaros negros sobre mortajas negras.

Grito mentalmente, el viento demente me desmiente, me confino, me alejo de la mano crispada, no quiero saber otra cosa que este clamor, este resolar en la noche, esta errancia, este no hallarse.

Toda la noche hago la noche.

Toda la noche me abandonas lentamente como el agua cae lentamente. Toda la noche escribo para buscar a quien me busca.

Palabra por palabra yo escribo la noche.

 

De una hoja mecanografiada por Alejandra Pizarnik, enviada a Félix Grande y publicada por Cuadernos Hispanoamericanos en agosto de 1972, un mes antes de su muerte. (Alejandra Pizarnik, Poesía Completa, Lumen)

domingo, 16 de septiembre de 2012

Escritos de antiayuda, 1

 

Escribir un libro, plantar un árbol, tener un hijo.

Quemar una iglesia, escupir un café, trompear a un escribano.

Olvidarse el paraguas de otro, asustar un gato apenas chistando, rayar un auto caro con una moneda barata.

Faltar a las fiestas, eludir los cementerios, despreciar la sinonimia como indicio de buena escritura.

Perder los números de teléfono, los estribos, el tiempo.

Ignorar todo lo que haga falta, demorar o apurarse pero siempre porque sí, escaparle sistemáticamente a los supermercados los días sábados.

Esquivar ex amigos, ex novias, ex compañeros, ex amantes. Pero tenerlos.

Volcar un vaso sobre la alfombra de un Subsecretario. Volcar. Revolcarse.

Abandonar sin culpa alguna libros, salas de cine, Facebook.

Desechar los consejos. Pero sobre todo a las personas que los dan.

Aprender sobre asuntos que no sirven para nada con el entusiasmo de las salidas laborales.

Celebrar la inutilidad, lo innecesario, lo obsoleto.

Detestar los sermones, las religiones, las sectas, las capillas. Especialmente, las ateas.

Evitar el olor a flores descompuestas. Y beberse el vino de los floreros.

Finalmente, escuchar el ruido de mar con los ojos cerrados.

No mucho más.

lunes, 3 de septiembre de 2012

#Agosto